viernes, 21 de septiembre de 2012

Britney Spears, una estrella que se apaga

 
 

La ‘princesa del pop’ tuvo que entregar la custodia de sus hijos, Sean Preston y Jayden James, a su ex marido, el bailarín Kevin Federline, por padecer presuntos trastornos de personalidad, según lo informan varios medios.

Britney Spears, de 30 años, enfrenta un problema psicológico conocido como ‘desorden de personalidad’, lo cual le impide tomar decisiones claras y coherentes sobre el cuidado de sí misma y de sus hijos.
La cantante juvenil de finales de los noventa, al no poder tomar decisiones por su problema psicológico, tendrá que dividir su custodia en dos. La personal, que estará a cargo de sus padres y de su actual prometido, Jason Trawick, y la comercial que aún sigue en debate.
Según hacen eco los medios, la condición actual de la cantante impide que pueda vivir, mantenerse o cuidarse sola.
En 2006 presentó la demanda de divorcio a su entonces esposo Federline alegando diferencias irreconciliables, y mantuvo una intensa disputa legal por la tutela de sus dos hijos.
Sin embargo, en 2007 perdió la custodia luego de que un ex guardaespaldas declaró en su contra.

Tras una serie de escándalos, como raparse totalmente el cabello, y desastrosas presentaciones en diferentes escenarios la intérprete se retiro un par de años de la escena musical. Volvió en 2011 con su disco ‘Femme Fatale’ obteniendo algunos reconocimientos.

Finalmente, una fuente declaró al portal ‘Radar Online’ que "los médicos están preocupados por cuestiones específicas relacionadas con la salud mental de la cantante y no están dispuestos a decirle al juez que ella está lista”.
 
 
Comentario:
Britney Spears es una gran cantante pero debido a tantos excesos en su vida se ha hecho mucho daño  y ahora se notan las consecuencias que tiene que pagar.

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